martes, 18 de noviembre de 2014

CARACTERÍSTICAS DEL MANIERISMO (ARQUITECTURA, PINTURA, ESCULTURA)


Liberación del culto a la belleza clásica y a sus componentes básicos, tales como la serenidad, el equilibrio o la claridad. Este paso se inicia con laguna obra de Miguel Ángel o Rafael.
Insumisión a la verosimilitud. Las obras reflejan una tensión interior que terminan con el irrealismo y la abstracción, olvidando la relación obra representada/escenario.
Convencionalismo en el color, proporciones y disposiciones o posturas de las figuras humanas pintadas o esculpidas.


LA ARQUITECTURA MANIERISTA
Entre sus características destacan:
La arbitraria alteración de la correspondencia entre las partes y el conjunto del edificio, con lo que rompe la lógica de las relaciones espaciales y se provoca la desintegración de la estructura renacentista.
La preferencia por los espacios longitudinales y salas estrechas que favorecen la perspectiva.
La pérdida o debilitación de las coordenadas axiales, las que ordenan el edificio según un eje de simetría.

Destaca el Palacio del Té, en Mantua, obra de Giulio Romano.


MANIERISMO ESCULTÓRICO
Hay preferencia por la figura “serpentinata”, contorsionada con artificio de formas que dibujan la ascensión helicoidal.
El manierismo se preocupaba por solucionar problemas artísticos intrincados tanto en el contenido (alegorías y simbolismos) como en la forma. El cuerpo humano, tanto vestido como desnudo se representa en toda clase de complicadas posturas, difíciles y artificiosas, de una extraña gracia y elegancia. Las extremidades son raramente alargadas, las cabezas aparecen pequeñas y el semblante estilizado. Los colores no remiten a la naturaleza, sino que son extraños, fríos, artificiales, violentamente enfrentados entre sí, en vez de apoyarse en gamas. El propio Miguel Ángel o el académico Rafael experimentaron en sus últimas obras el placer de la transgresión, desdibujando sus figuras o dejando inacabadas sus obras. La escultura manierista busca "la multiplicidad de las vistas", superando no sólo las concepciones altorenacentistas (Leonardo reducía la estatuaria a la "combinación de dos relieves"), sino también la "vista principal completa y definitiva" que caracteriza la obra escultórica de Miguel Ángel. Para Cellini "la escultura se empieza todavía con una sola vista, después se empieza a desarrollar poco a poco y así se va haciendo esta grandísima fatiga con cien vistas o más, a las que he debido despojar de aquel bellísimo aspecto que tenía la primera vista.
Destaca Juan De Bolonia con la Fuente de Neptuno en Bolonia y el Rapto de las Sabinas.


PINTURA MANIERISTA
No se intenta representar la realidad de manera naturalista, sino que se hace extraña, un poco deformada, como un capricho. Los cuadros ya no transmiten el sereno orden y equilibrio del Alto Renacimiento sino que se inclinan por representaciones anticlásicas, intrincadas y complicadas en cuanto a su sentido. Los modelos adoptan posturas complicadas. Se las representa de manera desproporcionada, elásticas, alargadas. La perspectiva es infinita. El manierismo resulta refinado y de difícil interpretación, debido tanto a su sofisticación intelectual como a las cualidades artificiales de la representación. La luz no es natural sino fría y coloreada de manera antinatural, lo mismo que los colores: son extraños, fríos, artificiales, violentamente enfrentados entre sí.
Se caracteriza por la arbitrariedad en el uso del color y las proporciones.
Las proporciones anatómicas se alteran a su voluntad. El alargamiento de las figuras es constante.
Se prefiere el trazado serpentiforme, los abundantes y tensos escorzos, la distorsión como forma de expresar una dramática escisión en la conciencia y en el mundo.
Las figuras están constreñidas en marcos estrechos, lo que acentúa las expresiones angustiadas. La utilización de fondos negros, en los que se representan las figuras como auténticos objetos-luz, nos anuncian en Barroco.

Un ejemplo: Madonna del cuello largo de PARMIGIANINO.











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