El Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia
universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno
muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo por tanto, más allá de lo
puramente artístico como ha querido verse. El término Renacimiento deriva de la
expresión italiana, vocablo usado por primera vez por el literato Petrarca y
revalorada por el arquitecto y teórico Giorgio Vasari.
Será a partir de este momento cuando ya cobrará fuerza el
redescubrimiento del hombre como individuo, el redescubrimiento del mundo como
armonía y realidad que rodea al hombre liberado de todas las preocupaciones
religiosas.
El Renacimiento es ante todo, un espíritu que transforma no sólo las artes, sino también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto se ha visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media, sin embargo la ruptura no se produce de manera violenta porque no pocas de las concepciones que se van a desarrollar tuvieron su origen durante el medievo, y esto es claramente apreciable en el terreno artístico
El Renacimiento es ante todo, un espíritu que transforma no sólo las artes, sino también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto se ha visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media, sin embargo la ruptura no se produce de manera violenta porque no pocas de las concepciones que se van a desarrollar tuvieron su origen durante el medievo, y esto es claramente apreciable en el terreno artístico
Este movimiento surge en Italia a fines del siglo XIV y
principios del XV, expandiéndose con fuerza a Europa a mediados del siglo XV, y
desde mediados del siglo XVI al mundo hispanoamericano. Es un movimiento
universal pero que adopta las características y modos propios del pasado de las
naciones a través de un proceso de asimilación. El renacimiento se divide en
dos fases: quattrocento y cinqquecento.
El arte del Quattrocento o primer Renacimiento
italiano, así llamado por desarrollarse durante los años de 1400 (siglo XV),
gracias a la búsqueda de los cánones de belleza de la antigüedad y
de las bases científicas del arte, se produjo un fenómeno parecido y simultáneo
en Flandes (especialmente en pintura), basado principalmente en la
observación de la vida y la naturaleza y muy ligado a la figura de Tomás
de Kempis y la «devotio moderna», la búsqueda de la humanidad de Cristo.
La segunda fase del Renacimiento, o Cinquecento (siglo
XVI), se caracterizó por la hegemonía artística de Roma, cuyos papas (Julio
II, León X, Clemente VII y Pablo III, algunos de ellos
pertenecientes a la familia florentina de los Médici) apoyaron
fervorosamente el desarrollo de las artes, así como la investigación de la
Antigüedad Clásica. Sin embargo, con las guerras de Italia muchos de
estos artistas, o sus seguidores, emigraron y profundizaron la propagación de
los principios renacentistas por toda Europa Occidental.
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