Nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de
una campesina, Caterina (que se casó poco después con un artesano de la
región), y de Ser Piero, un rico notario florentino. Italia era entonces un
mosaico de ciudades-estados como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y
feudos bajo el poder de los príncipes o el papa. El Imperio romano de Oriente
cayó en 1453 ante los turcos y apenas sobrevivía aún, muy reducido, el Sacro
Imperio Romano Germánico; era una época violenta en la que, sin embargo, el
esplendor de las cortes no tenía límites.
A pesar de que su padre se casó cuatro veces, sólo tuvo hijos
(once en total, con los que Leonardo acabó teniendo pleitos por la herencia
paterna) en sus dos últimos matrimonios, por lo que Leonardo se crió como hijo
único. Su enorme curiosidad se manifestó tempranamente, dibujando animales
mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del
entorno natural en el que creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relata
cómo el genio de Leonardo, siendo aún un niño, creó un escudo de Medusa con
dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó con él por sorpresa.
Era un joven agraciado y vigoroso que había heredado la
fuerza física de la estirpe de su padre; es muy probable que fuera el modelo
para la cabeza de San Miguel en el cuadro de Verrocchio Tobías y el ángel,
de finos y bellos rasgos. Por lo demás, su gran imaginación creativa y la
temprana maestría de su pincel, no tardaron en superar a las de su maestro: en
el Bautismo de Cristo, por ejemplo, donde un dinámico e inspirado ángel pintado
por Leonardo contrasta con la brusquedad del Bautista hecho por Verrocchio. El
joven discípulo utilizaba allí por vez primera una novedosa técnica recién
llegada de los Países Bajos: la pintura al óleo, que permitía una mayor
blandura en el trazo y una más profunda penetración en la tela. Además de los
extraordinarios dibujos y de la participación virtuosa en otras obras de su
maestro, sus grandes obras de este período son un San Jerónimo y el
gran panel La adoración de los Magos (ambos inconclusos), notables
por el innovador dinamismo otorgado por la maestría en los contrastes de
rasgos, en la composición geométrica de la escena y en el extraordinario manejo
de la técnica del claroscuro.
En 1482 se presentó ante el poderoso Ludovico Sforza, el
hombre fuerte de Milán por entonces, en cuya corte se quedaría diecisiete años
como «pictor et ingenierius ducalis». Aunque su ocupación principal era la de
ingeniero militar, sus proyectos (casi todos irrealizados) abarcaron la
hidráulica, la mecánica (con innovadores sistemas de palancas para multiplicar
la fuerza humana), la arquitectura, además de la pintura y la escultura. Fue su
período de pleno desarrollo; siguiendo las bases matemáticas fijadas por León
Bautista Alberti y Piero della Francesca, Leonardo comenzó sus apuntes para la
formulación de una ciencia de la pintura, al tiempo que se ejercitaba en la
ejecución y fabricación de laúdes.
A finales de 1499 los franceses entraron en Milán; Ludovico
el Moro perdió el poder. Leonardo abandonó la ciudad acompañado de Pacioli y
tras una breve estancia en casa de su admiradora la marquesa Isabel de Este, en
Mantua, llegó a Venecia. Acosada por los turcos, que ya dominaban la costa
dálmata y amenazaban con tomar el Friuli, la Signoria contrató a
Leonardo como ingeniero militar. Leonardo ya era reconocido como uno de los
mayores maestros de Italia. En 1501 había causado admiración con su Santa
Ana, la Virgen y el Niño; en 1503 recibió el encargo de pintar un gran mural
(el doble del tamaño de La última cena) en el palacio Viejo: la nobleza
florentina quería inmortalizar algunas escenas históricas de su gloria.
Leonardo trabajó tres años en La batalla de Angheri, que quedaría
inconclusa y sería luego desprendida por su deterioro. Importante por los
bocetos y copias, éstas admirarían a Rafael e inspirarían, un siglo más tarde,
una célebre de Peter Paul Rubens.
El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux; su testamento legaba a
Melzi todos sus libros, manuscritos y dibujos, que éste se encargó de retornar
a Italia. Como suele suceder con los grandes genios, se han tejido en torno a
su muerte algunas leyendas; una de ellas, inspirada por Vasari, pretende que
Leonardo, arrepentido de no haber llevado una existencia regido por las leyes
de la Iglesia, se confesó largamente y, con sus últimas fuerzas, se incorporó
del lecho mortuorio para recibir antes de expirar, los sacramentos.
Las composiciones más aclamadas es 'La Gioconda', más
conocida como 'La Mona Lisa'. Esta pintura es uno de los óleos más famosos del
mundo. Sus dimensiones son de tan sólo 73 x 53 centímetros, y es que a pesar de
ser sobradamente mostrada al público, la primera vez que se observa al natural
sorprende por su reducido tamaño.
Su importancia reside en la nueva percepción de la profundidad, en un primer plano encontramos una misteriosa mujer que, a día de hoy, se sigue sin conocer su identidad y tras ella, un paisaje montañoso con un río, también muy discutido. Por último, la técnica empleada para su realización es el Sfumato, la cual le otorga estos distintos niveles al cuadro. Este estilo consiste en la difuminación de los trazos estructurados en varias capas.
Su importancia reside en la nueva percepción de la profundidad, en un primer plano encontramos una misteriosa mujer que, a día de hoy, se sigue sin conocer su identidad y tras ella, un paisaje montañoso con un río, también muy discutido. Por último, la técnica empleada para su realización es el Sfumato, la cual le otorga estos distintos niveles al cuadro. Este estilo consiste en la difuminación de los trazos estructurados en varias capas.
Otra de las grandes creaciones de este incomparable artista
es 'La última cena'. En ella se representa el bíblico momento en la que los
apóstoles y Jesús de Nazaret están reunidos como vez previa al desenlace de la
vida del mesías. Esta obra es un mural de enormes proporciones, 460 x 880
centímetros, realizada sobre la pared del convento de Santa Maria delle Grazie,
en Milán.
Su elaboración no siguió los patrones corrientes para este tipo de construcción, sino que fue compuesta al temple, es decir, donde el disolvente utilizado es agua mezclado con materiales orgánicos, y óleo sobre dos capas de yeso. Este monumental diseño fue ejecutado entre los años 1495 y 1497, a la par que elaboraba otros trabajos.
Su elaboración no siguió los patrones corrientes para este tipo de construcción, sino que fue compuesta al temple, es decir, donde el disolvente utilizado es agua mezclado con materiales orgánicos, y óleo sobre dos capas de yeso. Este monumental diseño fue ejecutado entre los años 1495 y 1497, a la par que elaboraba otros trabajos.
De mucho menor tamaño pero de igual valor simbólico, es el 'Hombre
de Vitruvio'. Este dibujo de 34,4 x 25,5 centímetros muestra las proporciones
físicas del ser humano. Tanto en la parte superior como en la parte inferior se
señalan una serie de dimensiones idílicas, no sólo para el cuerpo, sino también
para la distancia que se abarca al andar o la envergadura de los brazos.
Este descubrimiento, junto con el estudio del cuerpo del hombre en aquella época, marcó uno de los grandes logros del Renacimiento. El boceto está inspirado en los patrones anotados y documentados por el arquitecto e ingeniero Marco Vitruvio en el siglo I a. C. A día de hoy podemos visitarlo en la Galería de la Academia de Venecia.
Este descubrimiento, junto con el estudio del cuerpo del hombre en aquella época, marcó uno de los grandes logros del Renacimiento. El boceto está inspirado en los patrones anotados y documentados por el arquitecto e ingeniero Marco Vitruvio en el siglo I a. C. A día de hoy podemos visitarlo en la Galería de la Academia de Venecia.
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